Los demás no me importan, tú eres el que me importa. Debes darle menos importancia a las cosas que no te incumben. Tranquilo, deja de llorar, lo importante es participar. No te preocupes, ellos se lo pierden. Tú eres el más lindo, precioso, irresistiblemente guapo, además de inteligentísimo.
Como podemos esperar que ulteriormente pensemos tan empáticamente en nuestro prójimo. Estamos bombardeados constantemente con rayos de egoísmo desde que tenemos habilidad de tener pensamiento alguno. Pensar en el prójimo. Eso si es un problema, eso si es un reto digno de tomar. Viene la siguiente etapa, esa tan confusa etapa. Del yo pasamos al nosotros. Del individuo al equipo. Del solista a la orquesta. Del non al par. Del singular al plural. Así es la vida.
Dado que así es la vida, esto no puede finalizar así. Transcurre aun más. Mucho más. Esto para quienes tendrán la ventura de llegar al final cerca del final. Van pereciendo en el camino unos cuantos, mas de los que han de terminar. Todo lo que sube, ha de bajar. Todo lo que va viene. Todo quien empiezo solo, termina solo. Esta es la forma en que pasa, esta su forma de terminar. El principio no dista del final. El plural regresa al singular. Solo yo.
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