Me he encontrado en una situación previamente inexorable. Esta trata directamente con mi persona, mi ser, yo. Inicie una clase este semestre, misma que me ha llevado a conocer más acerca del porque a diferencia del simplemente conocer. Entre estos nuevos conocimientos me decidí a evitar lo que previamente me había ofuscado y por lo mismo, no tomado la decisión conveniente.
Lo que llegue a descubrir es que sufro de una tripleta de carácter bastante especial. Está, en ella misma, es el resultado de las tres previas. Básicamente, cólera. No es la usual, la que escuchamos y pensamos, enojo, irá, violencia. Tiene su diferencia. En la vivida trata de que todo es emocional, todo es acción, todo es el momento, todo el ahora al máximo.
Si, suena sumamente atractivo, el obstáculo reside en que es eso, es el momento. No se logra llevar a una infinita práctica. Es tan solo algo que me satisface por el momento. Se añeja la situación, se olvida y enclaustrémonos en la novedad. Mas, no hay pretexto ahora. Se informo a mi consciente de lo que el subconsciente tenía como tan codiciado rehén.
Estos tres párrafos fueron solo el planteamiento del porque escribiré esta vez. Me percate que durante los primeros meses que expulse mis pensamientos, ideas, sentimientos, pesares y demás en este medio, fui constante. Hubieron días en los que no me permitía continuar pensando con miedo a sacar a la luz un pensamiento que diera un giro completo a mi vida. Ahora, ha pasado un mes y no hubo estreno literario. Ignore lo que con tantas ansias desee. Espero, sabiendo esta condición poder darle constancia, nuevamente, a está tan cautivamente terapia.
Lo que llegue a descubrir es que sufro de una tripleta de carácter bastante especial. Está, en ella misma, es el resultado de las tres previas. Básicamente, cólera. No es la usual, la que escuchamos y pensamos, enojo, irá, violencia. Tiene su diferencia. En la vivida trata de que todo es emocional, todo es acción, todo es el momento, todo el ahora al máximo.
Si, suena sumamente atractivo, el obstáculo reside en que es eso, es el momento. No se logra llevar a una infinita práctica. Es tan solo algo que me satisface por el momento. Se añeja la situación, se olvida y enclaustrémonos en la novedad. Mas, no hay pretexto ahora. Se informo a mi consciente de lo que el subconsciente tenía como tan codiciado rehén.